miércoles, 16 de mayo de 2012


"Cuántas cosas han muerto adentro de nosotros. Cuánta muerte llevamos en nosotros. ¿Por qué aferrarnos a nuestros muertos?
¿Por qué nos empeñamos en resucitar nuestros muertos? Ellos nos impiden ver la idea que nace. Tenemos miedo a la nueva luz que se presenta, a la que no estamos habituados todavía como a nuestros muertos inmóviles y sin sorpresa peligrosa.
Hay que dejar lo muerto por lo que vive.
      Isolda, entierra todos tus muertos.
      Piensa, recuerda, olvida. Que tu recuerdo olvide sus recuerdos, que tu olvido recuerde sus olvidos. Cuida de no morir antes de tu muerte."


"Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios"

lunes, 30 de abril de 2012



considerando mi obsesión por la ética, el único aporte que puedo hacer a la sociedad actual es intentar destruirla.












las gotas de una lluvia incipiente arrastrándose por la ventana de la van. los audífonos transmiten suaves sonidos de sintetizador. escucho la música en un difuso color violeta. recuerdo el viaje  hacia ollanta y tambo. la sensación de que algo hermoso y aterrador nos esperaba un poco más allá. de que en cualquier momento ese pueblo perdido nos trasladaría a todos a un universo paralelo. el primer viaje en tren. la felicidad en el devenir sin sentido planificado. la cara de incomodidad del turista europeo del frente. la posibilidad de encontrar algún tipo de complicidad en ese ser humano con cara de vikingo. aguas calientes y sus montañas monstruosas. la nostalgia por adelantado o las ganas de querer volver mil veces, antes de partir. calles pequeñas y abultadas como las de esa Tailandia que aparece en las películas. quiero ser esas montañas. mirar todo desde la altura. confundirme con el cielo por las noches para espantar a los turistas.







está claro
tan claro como el agua

el cuerpo ya lo entendió
la mente se niega

se pudren las ideas
escupo gusanos en vez de palabras

extraviada

la luz solar ya no traspasa  los cuerpos
tengo manos, piernas, rostro, y no sé qué hacer con ellos

la cabeza repleta de pensamientos corruptos

estoy a punto de parir un cadáver
por la nuca
por los ojos

debo morir
agonizar sobre el sentido

dejarme morir.

lunes, 23 de abril de 2012

vivo de la remoción de conciencias
del intento por sanar a los espíritus saqueados
de los confundidos del sentido
de los que fueron arrastrados un paso más allá
por una fuerza difusa
como un canal de televisión mal sintonizado

siento una cuchara raspándome el pecho
apretándome los ojos
y una voz que me dice: esto es
el camino iluminado hacia la locura

las instrucciones son claras:
debemos cruzar el río
ahogarnos en él si es necesario
pero yo no quiero.
no me atrevo

pasaré años intentando construir un puente
que me permita transitar libremente
entre una y otra ribera




en medio de su vaporosa existencia
cambió sueño por vigilia

transita liviana por los paisajes surrealistas
pero es un plomo a la hora del desayuno

bien le vendría un ancla atada a la imaginación
que se la lleva
se la lleva
cada vez más lejos

ella sabe que pronto el viaje será irretornable
quiero mirarte sin resentimientos
entender tu mezquindad
entender tu injusticia
(así como entiendo la mía)
porque he decidido amarte hasta la última bocanada de aire
amarte así,
dulcemente,
a lo lejos
sin ambiciones de ningún tipo
amarte con gratitud
amar tu existencia más de lo que tu nunca llegarás a amarla

la vida se le acabó hace por lo menos cinco años

desde entonces lo único que hace es reciclar anécdotas
juegos de la infancia
técnicas de conquista
bromas de mal gusto

y a mi me toca verlo así
riendo vagamente, de vez en cuando

así

vaciando el tiempo de todo proyecto

jueves, 19 de abril de 2012

sufre de atrofia emocional


los sentimientos le estallan en la mirada, 
en las muecas de la boca, 
pero nunca en las palabras, 
nunca en los abrazos.


estrecho de expresiones


atrae porque hace pensar que se guarda a sí mismo para algo mayor
pero lo cierto es que no.


la sorpresa no es tan grande