domingo, 25 de septiembre de 2011

¿cómo puede un domingo amanecer tan lento?

no puedo seguir durmiendo. calculo que no son más de las seis. escucho a los pájaros. ¿de qué hablarán? ¿y por qué siempre lo hacen a estas horas? me parece que nunca los he visto dormir.

en el estado actual de las cosas, reencontrarse con la conciencia es como darse un cabezazo contra la pared. ojalá bien fuerte, cosa que el cráneo se desintegre en mil pedacitos imposibles de volver a unir.

me aparece una imagen de repente:  estoy yo cortándome los brazos con un cuchillo carnicero. me los corto desde el inicio mismo, ahí donde terminan los hombros.  no siento dolor alguno, solo cierto desgarro existencial.  me los corto y te los regalo, no sé bien por qué. quizás para concretar una metáfora patética  de nuestra relación, o quizás porque quiero verte asqueado sosteniendo los restos de este cuerpo que a ratos te odia. 


vuelvo.

casi no me puedo mover. la cama es muy pequeña y me da miedo caerme. está saliendo el sol de a poquito y los pájaros siguen cantando.

me encuentro de golpe contigo- de nuevo- y la evidencia de la única solución que me parece sensata, pero que emocionalmente soy incapaz de concretar.

pienso en mi cama - quiero mi cama.- me da pavor dormir en alturas. no confío en mi cuerpo cuando estoy dormida porque no estoy aquí. casi nunca estoy.

en el piso de abajo un par de ebrios discuten a gritos. escucho entre cortado cuando uno le dice al otro: “chao con él, que se vaya a la conchesumadre”. Y es como si el universo hubiera amplificado mis cuchicheos mentales.

¿por qué estoy despierta…?

anoche me quedé dormida gracias al alcohol y a la marihuana. no sé si podría haber conciliado el sueño sin las drogas. se me hace dificil aquietar el cuerpo últimamente. ahora mismo siento las piernas terriblemente cansadas. llevo horas en la cama, pero no las puedo soltar, las mantengo rígidas, más allá de mi intención. comienzan a doler. deben estar aburridas de tanto  fingir que descansan.

intento dormir, pero se me aparecen imágenes como en una caverna, detrás de los ojos, en la oscuridad. un ebrio grita incoherencias en la calle, pero yo lo veo aquí, tras mis pupilas.

no puedo dormir. no paras de rondarme.

A.

pero ya está amaneciendo. siento la cara humedecida. no sé cuándo fue que se me rebalsaron los ojos. simplemente no me acuerdo.

***


"un día fuera del tiempo

con la convicción de que esto se ha acabado y que ya nunca más quiero algo así. tajante."

estuve pensando mucho en esta frase, camino a la casa. me parece magistral y me da una enorme satisfacción haberme topado con ella.

***

Te me apareciste de nuevo, pero esta vez en un sueño. Mi cerebro inteligentemente utilizó tu imagen para interpelarme porque sabía que de otra forma, no le hubiera hecho caso. Me tomaste por los brazos, firmemente, con un poco de rabia. Me miraste a los ojos y me dijiste “Para. Soy una causa perdida en tu vida y si no aprendes a verme de otro modo, la frustración te marcará de la peor forma. No puedo hacer nada por ti, aunque quiera. No puedo. Esta es probablemente la última vez que viva algo  así. Nunca más me entregaré a alguien de esta manera.  De ahora en adelante cercenaré cualquier posibilidad de crear otro amor así de ilusorio. Nunca más seré el algo de alguien. Mi existencia está destinada a desintegrarse en la colectividad. Tengo que vivir este último momento de apego. Así que mátame de una vez porque yo no puedo salvarte, y tú no te mereces ser mártir"

No hay comentarios:

Publicar un comentario