Se enfrenta al papel y de inmediato
escupe en blanco. No hay simbología porque está obsesionada con la evidencia: harta
de la metáfora mental, de esa capa de apariencia bajo la cual siempre hay algo
más.
Piensa que para limpiarse debe resolverse por completa, no dejar ni una maraña feliz.
Comprende, por otro lado, el terrible error de esa aspiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario